Gazeta de Antropología, 2004, 20, artículo 05 · http://hdl.handle.net/10481/7256 Versión HTML  ·  Versión PDF
Recibido 26 febrero 2004    |    Aceptado 25 marzo 2004    |    Publicado 2004-04
Idea de salud intercultural. Una aproximación antropológica a la idea de salud intercultural, derivada de la medicina tradicional china, en contacto con diferentes culturas
The idea of cross-cultural health. An anthropological approach to the idea of cross-cultural health, derived from the Chinese traditional medicine and its fusion with different cultures



RESUMEN
El contacto entre culturas lleva hoy a un mayor desarrollo de lo intercultural. El ser humano tiene prioridades relacionadas con tendencias básicas de su propia naturaleza. La primera de esas prioridades es salvaguardar la vida. La lucha contra las enfermedades y el interés por la salud son características fundamentales del ser desde el origen de los tiempos, como Mircea Eliade subraya en su análisis del chamanismo y las primitivas formas de curar. La medicina tradicional china relaciona lo tradicional y cultural con lo natural. La idea de salud derivada de su contacto con otras culturas se convierte en una idea intercultural, mixta, caracterizada por su validez y gran semejanza en prácticamente todos los lugares del planeta.

ABSTRACT
Today, the contact among cultures brings us to a broader development in what is defined as cross-cultural. Human beings have priorities which are related to basic tendencies of their own nature. The first of those priorities is to safeguard one's life. The fight against illnesses and the interest in health is a fundamental characteristic of the human being from the origin of humanity, as Mircea Eliade underlines in his research on shamanism and on "primitive" forms of curing. Chinese traditional medicine relates the traditional and cultural aspects with the natural ones. The idea of health derived from its contact with other cultures becomes a cross-cultural idea, mixed and characterized by its universal validity and its similarity all over the world.

PALABRAS CLAVE
antropología de la salud | interculturalidad | medicina tradicional | chamanismo
KEYWORDS
anthropology of health | cross-cultural | traditional medicine | shamanism


Introducción: Realidad, representación y conocimiento

El conocimiento de la realidad difiere del conocimiento de la representación de esa realidad. Así, cuando leemos en un medio de prensa sobre la situación en tal país o sobre el transcurso de la guerra en Oriente Próximo, nos podemos hacer una idea de aquellos acontecimientos. Pero el conocimiento que tendremos será el de la imagen lingüística y/o gráfica proporcionada por el medio de comunicación. Nunca los medios muestran los hechos. En realidad, proporcionan representaciones discursivas de los mismos. A veces, escuchamos en las noticias: “les acercamos la verdad de los hechos”. Falso. Sólo nos sirven imágenes muchas veces retocadas o presentadas de una forma particular. Esa es la auténtica verdad. La otra, hay que ir a buscarla personalmente. Nuestra cultura actual (occidental) es una cultura mediática. El acceso a internet nos adentra en un mundo virtual, un mundo de imágenes, más o menos comprensibles para nosotros. Cuando estudiamos, nos acercamos a la realidad representada en los libros y en las imágenes.

Para acceder al conocimiento de la realidad social china, debemos desplazarnos allí y vivir la experiencia. También podemos acudir a Internet, a libros, a revistas u otra fuente de información. Todas nos darán una visión de esa realidad por medio de imágenes y discursos.

Para conocer la idea de salud que tienen los orientales, podemos estudiar sobre el terreno o podemos acceder a la información de los medios de comunicación, de los conferenciantes en congresos, de los profesores en las clases, es decir, a través de intermediarios. Este planteamiento nos sitúa en un terreno de representaciones discursivas de hechos y realidades que ocurren lejos, lo cual nos limita respecto al conocimiento de la verdad, posibilitándonos un conocimiento relativo del objeto de estudio y/o de interés.

Sin embargo, cuando hablamos de idea de salud a partir de la medicina tradicional china, hoy, no sólo nos estamos refiriendo a un pensamiento, a un discurso, a una imagen mental de un pueblo, el chino, sino, dada la internacionalización de esos estudios y su conexión con culturas no chinas, podemos hablar de una idea mixta oriental-occidental que disminuye la relatividad del conocimiento final. Hay realidad representada (importada) y experiencia vivencial local.

 

Pensamiento diverso, culturas, ciencia, salud

La experiencia científica es una experiencia sensorial. En las ciencias experimentales, necesitamos las prácticas para dar cuerpo al estudio teórico, que es sólo un hecho intelectual. Por eso se dice que “la experiencia es la madre de la ciencia”. Las ciencias occidentales son el resultado de la especialización en campos de estudio de la realidad, de acuerdo con los esquemas de pensamiento de nuestra cultura (lógica). A través de la historia, la ciencia en la cultura occidental ha ido apartando el términotradicional, sobre todo a partir del progreso tecnológico posterior a la segunda guerra mundial.

El pensamiento occidental se ha impuesto en todo el mundo, como consecuencia de la supremacía de nuestra cultura, a partir de la imposición muchas veces bélica del pasado (invasiones, colonialismo, expansionismo occidental ). Las grandes compañías multinacionales occidentales dominan los mercados mundiales. Las culturas originarias ancestrales están desapareciendo o transformándose, afectadas por el fenómeno de la aculturación (Aparicio 2003: 126-127) o por otras razones (políticas, militares, económicas).

La ciencia en Occidente se ha puesto al servicio de la salud, mejorando las expectativas de vida. Sin embargo, en los países occidentales se está consolidando una doble vía en la manera de entender la salud y la enfermedad. Por un lado, presente en todos los lugares, está la medicina occidental convencional, apoyada en sus propios métodos, en el progreso tecnológico y en el uso de fármacos sintéticos, por citar algunas características. Por otro, está la línea tradicional-natural, abandonada por aquélla en el pasado, y continuada por la naturopatía y la medicina natural, incorporando avances en la investigación de las ciencias naturales, y utilizando remedios a base de plantas, principalmente.

En las culturas originarias aún vivas de los distintos continentes existen ideas de salud/enfermedad diferentes a la nuestra, occidental (Junquera 1991: 115-118). Esas culturas aún relacionan su presente con el pasado y con la tradición que las forjó. Es el caso de los mapuches en Chile y Argentina (Sierra 1992), de los harakmbet peruanos, y de otros grupos en otros países americanos, y en la mayor parte de las culturas asiáticas. Conciben la salud dentro de un ámbito global en el que se interrelacionan: el ser humano, el medio social y su organización, el medio natural, el mundo de creencias y el cosmos. En el pensamiento araucano, nada de lo que le ocurre a un miembro de una comunidad le es ajeno al resto. Salud individual tiene que ver con salud social. Y a la vez, de la salud del medio natural también depende la de los seres humanos, individualmente y como grupo. Lo cualitativo tiene tanta importancia como lo cuantitativo, y a veces más. Hay una gran diferencia en la concepción del ser humano con respecto a la que se tiene en la medicina occidental convencional. El concepto tradicional contempla a cada ser como: individual , social y natural a la vez. En la medicina occidental, se cuantifica esencialmente, lo que hace que los enfermos pasen a ser números estadísticos. En el ámbito hospitalario público de los países occidentales desarrollados hay quienes ven ausencia de trato humano y frialdad. La atención se lleva a cabo gran parte de las veces en relación a la disponibilidad de tiempo y plazas debido a la masificación.

 

Cultura china y cultura occidental. Latinoamérica. Salud intercultural

La china es una cultura ancestral autónoma y secundada hoy no sólo por el aplastante número de su población sino por el poder de su economía y por las aportaciones constantes en el terreno de la investigación y de la ciencia. El peso de China en el ámbito internacional se manifiesta también por la potencia militar y armamentista cuidadosamente construida desde la revolución comunista. En China, como en todo el mundo, está implantada la medicina tecnológica, occidental. Pero también la medicina tradicional, que ha salido ya de su ámbito asiático extendiéndose por todo el planeta y revelándose como una medicina válidaen la complejidad de nuestro mundo moderno.

El conocimiento que se tiene en Occidente de la realidad oriental es el que se difunde a través de los medios de comunicación. Para el estudio de la milenaria medicina tradicional china en occidente se utiliza curiosamente un discurso lingüístico lógico de corte occidental, o una mezcla oriental-occidental. Los resultados son, sin embargo, positivos, y la tradicional ciencia médica china no sólo se aprende (con las limitaciones que impone el estudio a través de representaciones adaptadas) en los países occidentales sino que su práctica está demostrando su validezen casi todos los campos, principalmente en el de las enfermedades crónicas.

Al hablar de idea de salud, enfermedad y terapéutica bajo la óptica de la MTC tenemos que aproximarnos al pensamiento oriental ya que fue el originario. Pero como expusimos en la introducción, la extensión universal de la ciencia médica china, le ha dado un carácter intercultural, por lo que se hace más asequible su comprensión a nosotros, occidentales.

Cómo conciben los orientales la salud y cómo la concebimos nosotros, occidentales, son dos hechos diferentes, aunque unidos esencialmente por el lazo de lo intercultural. El pensamiento oriental se basa en su cultura, en su tradición. Hay parecido en la idea global de salud oriental con el pensamiento de pueblos como los mapuches de Chile (Aparicio 2003: 126-127). Ya en la antigüedad había semejanzas (Eliade 2001: 260) a pesar de la distancia en kilómetros. Para la medicina tradicional china, la salud tiene que ver con el equilibrio del ser en relación con él mismo (genética, constitución, emociones, creencias, sistema de vida, alimentación, actividades, etc), en relación al grupo ( vivencias, comunicación, convivencia…) , a las normas y características del grupo y al medio natural (factores ambientales como frío, calor, humedad, sequedad, exceso de calor, viento, estaciones,..). En el libroFundamentos de acupuntura y moxibustión de China, enseñanza académica, se expone resumida la teoría básica de esa ciencia de una manera comprensible para la mente occidental.

La medicina tradicional china es eminentemente pragmática como define T. J. Kaptchuck en su obra Medicina china, una trama sin tejedor. Se trata de buscar soluciones a los problemas para seguir en la brecha del trabajo, de la convivencia y de la realidad diaria y cotidiana de cada cual.

La base filosófica de la dialéctica taoísta, lejos de adentrarnos en un mundo de misticismo y espiritualismo, nos acerca a la naturaleza y a la vivencia colectiva.

Cuando hablamos de idea de salud, estamos hablando de cultura. La salud física únicamente, tiene más relación con lo biológico. Para entender la problemática del cuerpo desde la óptica oriental, hemos de estudiar la ciencia médica china, que nos aportará soluciones para el restablecimiento de la normalidad funcional y biológica del organismo. La MTC trabaja desde el terreno funcional y bioeléctrico-bioenergético (Requena 1985: 26), para alcanzar todos los planos de constitución del ser humano. En la MTC se habla más de enfermos que de enfermedades propiamente. Lejos de catalogar utilizando la lingüística todas las alteraciones que puede sufrir el organismo (característica que define a la medicina occidental convencional), las desarmonías (como las llama T. J. Kaptchuck) se incluyen en un conjunto de síndromes que responden a procesos biológicos básicos y fundamentales, alterados. Por esto, en los principios teóricos de la MTC se especifica bien claro el valor de la singularización y la individualización a la hora de establecer el diagnóstico. Cada ser es distinto y requiere un diagnóstico a la carta. Su individualidad viene definida por su singularidad genética, por su constitución particular, por el tipo de vida que lleve y por el camino que escoja, o se le imponga, en la vida. Aquí influyen también otros factores : sociales, culturales, ambientales, etc. La MTC considera esencialmente lo mismo el cuerpo y la mente o espíritu. (Requena 1985: 26). Todo es Qi. Sin entrar en honduras, diremos que ese Qi se aproxima al quantumde la física que estudia las partículas y la energía (Marco y Marco 1998: 10). Qi es tanto materia como energía. De esta manera, en la cultura china hay muy poco que decir del alma (abstracta) tal como se concibe en la tradición cultural occidental. Alma y cuerpo son lo mismo, todo uno. El cuerpo es una manifestación más burda de la energía (moléculas, materia), y elShen(así denominan al conjunto de todas las actividades mentales) una manifestación más depurada y sutil de la energía básica. En MTC se entiende que si enferma el cuerpo, también enferma la mente o el espíritu. Y viceversa. Por ello, la terapéutica contempla en sus procedimientos la necesidad de reequilibrar el cuerpo siempre, en todo caso. Las emociones se manifiestan en, y a través de, lo físico. Por lo tanto, no sólo se pueden atender problemas emocionales tratando el cuerpo sino que es condición necesaria hacerlo. Las ciencias sociales y las naturales no tienen gran diferenciación en la tradición del pueblo chino. Todo es Qi, todo es naturaleza. Cultura y naturaleza se funden, por ejemplo, en las artes naturalistas: Bonsai, Suiseki, Ikebana (Aparicio 1994: 9). Bonsai es un árbol pequeño cultivado en maceta que responde a unos modelos prefijados y establecidos. El artista de bonsai trabaja una planta desde el inicio para conseguir asemejarla al modelo elegido para ella. De esta manera, lo natural se modifica, se “domestica”, se transforma para obtener una obra de arte, artificial en el diseño, pero natural como material, viva como planta. Todo ello se une a la percepción del observador y a las claves intelectuales para entender la obra, previamente aprendidas. El bonsai, pues, aunque material vivo, natural, no existe en la naturaleza, es totalmente artificial. En el campo puede haber árboles más o menos pequeños, pero ninguno es bonsai puesto que para ello se necesita de la intervención de la mano del hombre y del proceso de transformación de la planta. Lo que parece complicado al occidental en principio, resulta ser sencillo al final. Prueba de ello es la creciente difusión a nivel popular de estas artes en Europa y Estados Unidos, con un gran número de asociaciones, reuniones, congresos y eventos anuales. Algo asimilado y comprendido por la mente occidental, en su aspecto intercultural. Realmente muy práctico.

Para los chinos, las explicaciones de los fenómenos deben satisfacer al entendimiento. Por supuesto, hay niveles de conocimiento, y además, derivados de su tradición cultural, están los símbolos y el lenguaje simbólico que, dependiendo de la formación (posesión de claves ), se entenderá más o menos. Los orientales dotaron a la medicina china de una rica literatura de símbolos. Las imágenes, las metáforas, también eran características de los lenguajes y de las culturas de nuestros ancestros y de otros pueblos del planeta. En Occidente, a través de la historia, fueron quedando relegados y alejados del lenguaje moderno y del pensamiento científico predominante.

La medicina china hoy, adoptada en todos los continentes y países, no siendo oficial ni convencional en muchos sitios, se acerca a una medicina intercultural por la importación de matices, por las pequeñas variaciones de interpretación, por la mezcla con otras medicinas, entre ellas la occidental convencional.

“La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que Japón se ha convertido en un buen ejemplo de unión de la medicina tradicional con las terapias modernas. De esta manera, y salvo en los casos privados, el sistema nacional de salud nipón financia sin distinciones lo mismo un análisis de sangre o una radiografía que una combinación de hierbas o las sesiones de acupuntura” (Martínez 2003: S8).

Hay casos como el de Cuba donde se denomina medicina tradicional y natural a una medicina intercultural en la que se funde de manera muy inteligente y práctica todo lo bueno de la medicina china, de medicinas indígenas, de la naturopatía y de la medicina occidental convencional. Incluso el gobierno cubano la apoya, como lo demuestra la creación del Programa nacional de medicina tradicional y natural por el Ministerio de Salud Pública de Cuba (septiembre de 1999).

Hay que subrayar que en todo el ámbito de Iberoamérica es bien acogida la idea de salud proveniente de la medicina tradicional china. La razón está en la semejanza de fondo entre los sistemas tradicionales aunque provengan de culturas diferentes y de ámbitos geográficos lejanos. Respecto a la semejanza de los sistemas tradicionales, podemos citar a Mircea Eliade quien señala sobre el chamanismo en general: “Hallamos los grandes trazos de un mismo conjunto chamánico desde Alaska hasta la Tierra del Fuego” (Eliade 2001: 268). En el magnífico estudio del chamanismo hecho por ese autor se destaca la semejanza en ámbitos separados por razones de contacto y naturales, esenciales, vitales y profundas del ser, de todos los seres, la adopción de soluciones semejantes ante los problemas más cruciales del ser humano, como el de la salud del cuerpo, y la del alma. También hay una predisposición natural de la sociedad latinoamericana hacia lo intercultural y las fusiones. En este sentido, en Chile se han dado intentos de unión de sistemas diversos en salud: medicina tradicional mapuche y medicina convencional occidental en el Hospital de Makewe (Temuco).

La idea de salud/enfermedad desde la MTC, va a tener matices distintos dependiendo del ámbito cultural donde se conozca, por las influencias y por el punto de partida cultural desde el que se accede a su conocimiento. Además, el nivel de profundización, paralelo al nivel de formación de los profesionales y conocedores, va a caracterizar la amplitud y profundidad de tal idea. Así, habrá variaciones en la idea de salud de quienes conozcan la MTC en Estados Unidos, respecto a quienes la conozcan en India, por ejemplo. La circunstancia de cada cultura impone sus matices a la idea. Pero esas variaciones pueden ser pequeñas o irrelevantes respecto a la esencia común de la misma. Es precisamente este hecho el que le da validezuniversal.

En todos los que piensan en salud desde la óptica de la MTC, sea cual sea el origen, se concibe el equilibrio y el bienestar del ser como algo relacionado con él mismo y con su medio (herencia, constitución, alimentación, actividades, modo de vida, familia, geografía, clima, mundo de creencias y tradición cultural, relaciones con él, con la sociedad, con la naturaleza, con las normas del grupo,..). Todos estos factores son (han de ser) tenidos en cuenta, en mayor medida unos que otros, cuando se piensa en salud desde la óptica de la MTC.

 

La dialéctica Yin-Yang

Yin-yang son maneras de hablar, formas de clasificación de los fenómenos, procedimientos explicativos de los hechos y de la naturaleza, métodos dialécticos para ordenar el pensamiento. En realidad, Yin-Yang como tales, no existen. Pero todo puede ser Yin o Yang. Estos símbolos son bien conocidos en el mundo entero, si bien poca gente se para a pensar qué significan. Están, pues, dentro de la idea intercultural de salud, como dentro de otras muchas referidas a estética, arte, filosofía, espacios y vida cotidiana., sin entrar en profundidades.

Uno de los mayores difusores de la medicina tradicional china en el mundo, el doctor Nguyen Van Nghi escribe: “En medicina, las actividades orgánicas, la aparición y desaparición de la enfermedad también están ligadas a los fenómenos de mutación del Yin-Yang, cuyos caracteres esenciales son la oposición y la complementariedad” (Van Nghi 1981 II: 19). Lo explica de la siguiente forma: “para comprender bien esta noción no hay más que pensar en los números. Un número no puede ser a la vez par e impar, pero la unión de los pares e impares constituye el conjunto de los números” (Van Nghi 1981 II: 19).

Algo puede ser Yin, como la noche; o Yang, como el día. Pero el final de la noche es Yang del Yin, y el final del día es Yin del Yang, por ejemplo. Lo Yin y lo Yang se diferencian, pero uno puede estar también dentro del otro. Son maneras de clasificar lo que vemos o lo que pensamos. Comenta Van Nghi: “Podemos suponer que los números pares son Yang, y que los impares son Yin (oposición y complementariedad). Asimismo se puede suponer que los números positivos son Yang y que los negativos son Yin (oposición y complementariedad). Con estas convenciones: -3 es “Yin de Yin”, -2 es Yang de Yin”, +4 es Yang de Yang y +1 es “Yin de Yang” (Van Nghi 1981 II: 19).

Yves Requena aporta su explicación del Yin-Yang: “El principio del Yin-Yang es un producto del genio del pensamiento chino y de su visión relativista de las cosas. Este principio posibilita un razonamiento binario mediante el cual se puede clasificar en dos conjuntos todos los fenómenos observables. El término de conjunto empleado aquí debe comprenderse aproximadamente en el sentido que se le da en las matemáticas modernas. Un conjunto es Yin y el otro es Yang (Requena 1985: 111).

La idea intercultural de salud y enfermedad, a partir de la influencia de la ciencia médica china también se basa en el pensamiento analógico, cosa que existía y existe en la tradición de otras culturas, entre ellas la nuestra, europea. El doctor Y. Requena habla de “razonamiento analógico” (Requena 1985: 111).

A nivel popular, a nadie le resulta extraño oír hablar de Yin o de Yang. Está en la letra de muchas canciones, en los escaparates de las tiendas, en los logos de empresas, en los estampados de ropas, etc.

No es difícil, por tanto, incorporar esos elementos a una idea intercultural de salud, lo cual puede hacer más sencilla la comprensión de lo que nos pasa.

 

Conclusión

Podemos disponer de un conocimiento limitado de una ciencia, en este caso de la medicina tradicional china, o de otra cosa cuando no ha surgido en nuestro medio y no entendemos el planteamiento mental en el que se basa (diferencias de cosmovisiones culturales). Si, además, el acceso al conocimiento se hace a través de representaciones discursivas y de imágenes, la idea original puede desvirtuarse. Ahora bien, cuando la idea se contrasta en los cinco continentes y se aprecia que lo esencial es común, no sólo podemos adoptarla como nuestra e incorporarla al legado cultural sino que además nos sirve para entender problemas (en este caso de salud), para solucionarlos, con ayuda profesional o en algunos casos sin ella, dependiendo del grado de formación, información o profundización en el conocimiento de la ciencia que se tenga, y para fijarnos a la vida a través del importante enganche cultural a lo inmediato, a lo natural, a lo práctico y a lo cotidiano en que la idea se convierte.

La cultura de una sociedad se va alimentando no sólo con lo que se le aporta desde instancias oficiales (mundo de la política gubernamental, regional, comarcal, provincial, local, barrio) sino con lo que la propia sociedad importa o adopta desde otros ámbitos y por diversas razones, una de ellas, muy importante, la validez. En algunas ocasiones, la política de un país, influenciada por motivos economicistas y/o por grupos de presión con intereses mercantilistas, tiende a desvalorar tendencias o elementos válidospara el pueblo o para sectores de ciencia no convencionales, utilizando aquélla la dialéctica difamatoria y un tipo concreto de discurso lingüístico en los poderosos medios de comunicación. En algunos casos esa política consigue su objetivo. Pero en la mayoría de ellos, lo que la población estima como válido, pervive y se convierte en parte del tesoro de la tradición cultural de esa sociedad.

La medicina tradicional china y sus variantes conllevan un concepto y una idea de salud muy adaptados a la esencia natural y práctica del ser humano (solucionar los problemas de salud con eficacia, sin causar toxicidad, de forma sencilla y natural,..). Hay una clara diferencia entre la idea de salud derivada de la medicina tradicional china con la derivada de la medicina occidental convencional. En la primera, se entiende la causa de la enfermedad como múltiple e interrelacionada, aunque haya desencadenantes concretos o factores más influyentes. T. J. Kaptchuck escribe que lo importante para la MTC es establecer las relaciones simultáneas de la desarmonía con otras situaciones o hechos que acontezcan en el cuerpo (Kaptchuck 1995). La segunda idea ( derivada de la medicina occidental) tiende a establecer una causa puntual y muchas veces aislada de la enfermedad. Por ejemplo, en una infección, la primera idea nos dirá que el germen sólo será un factor que, junto con otros ambientales o alimenticios desencadenará el problema. Pero que la verdadera causa estará en el individuo que, previamente, presentará un sistema defensivo diezmado (por diversas razones). La baja del escudo defensivo abrirá la entrada al factor patógeno quien desencadenará la enfermedad. La otra idea ( la derivada de la medicina occidental) nos dirá que el principal causante es el germen. Estas diferencias se confirman en el planteamiento y en la elección de la terapéutica. La MTC pensará en reforzar el sistema inmunológico, ayudando a la persona enferma a reconstruir su potencial natural, capaz de acabar con los microorganismos agresores y devolver el cuerpo a la normalidad (todo eso). La segunda idea se fijará en el uso de elementos de lucha (antibióticos) como principales armas para combatir al agresor bacteriano. Estamos hablando de planteamientos sobre el papel para diferenciar esencialmente y de manera muy general dos sistemas. En la práctica, hay que decir, que la medicina china no está reñida con otras medicinas, con la convencional por ejemplo. Lo que implica la posibilidad de usar lo mejor de ambas (en el caso de necesidad de antibióticos por peligro o gravedad).

Hay países fuera de China donde la primera idea se ha incorporado a la cultura social (Cuba y resto de Latinoamérica, Sri Lanka, Japón, Vietnam, Corea, Rusia, muchas repúblicas asiáticas…). En otros se está incorporando progresivamente, de forma biológica, natural, por la propia demanda social (Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Portugal, Italia, España y en general en el resto de países occidentales). “No sólo en Japón sino en la mayoría de los países occidentales, incluido España, cada vez más pacientes acuden a la medicina tradicional, como define la Organización Mundial de la Salud (OMS) a los métodos para proteger y restaurar la salud anteriores a la medicina moderna” (Martínez 2003: S8).

Cuando alguien descubre que muchos problemas de salud se pueden solucionar con un cambio de actitud en su vida y/o con un reajuste en sus costumbres alimenticias, aunque el consejo no venga de su tradición, no va a abandonar la medicina occidental convencional por supuesto, ni sería lógico que lo hiciera, es necesaria para ciertos estadios de la enfermedad y para innumerables situaciones y problemas, pero sí va a reflexionar, camino por el cual llegará a evitar muchos peligros y daños para su salud, admitiendo también la ayuda de otras propuestas terapéuticas serias y válidas como la de la MTC) o la de la medicina natural.

Por último, decir que esa idea de salud que se desarrolla por la influencia de la Medicina China, se convierte en una idea híbrida y amplia a partir de la expansión de aquel sistema terapéutico, dando cabida a otras ideas provenientes de conceptos tradicionales de salud de los cinco continentes e incluso del sistema occidental convencional.

El resultado es la fusión que la caracteriza como idea intercultural apoyada en la validez de los sistemas de salud tradicionales (caso de la MTC) o de sistemas mixtos (caso cubano).

 
 


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